
En noviembre de 2021, varios periodistas de izquierda cuyo anonimato era imprescindible para realizar su labor, e incluso llevaban en su ropa algún emblema nazi, llegaron a Ucrania para seguir de cerca lo que ya había sido denunciado en los contados medios independientes europeos, desde 2014, sobre el genocidio en Donbass, que Occidente ha tratado de ocultar en vano, prohibiendo la emisión de documentales veraces, objetivos y contrastados.
Durante este arriesgado viaje, fueron testigos de cómo miembros de los batallones Azov, mostraban a algunos oficiales del ejército de los EEUU los mapas de sus próximas acciones criminales en el Donbass, mientras les obsequiaban con las llamadas “insignias Wolfangel”, inspiradas en los símbolos nazis de la II Guerra Mundial.
El Batallón Azov es un cuerpo miliciano que se incorporó a la Guardia Nacional de Ucrania y…
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